Maldito día en que lo diagnosticaron
Maldito día en que te descubriste una bolita en el pecho
Maldito día en que nos lo dijeron
Maldito tratamiento que no te hizo nada
Maldito tratamiento que te mantenía en la cama
Maldito tratamiento que hizo que no te aceptaras
Malditas células que se desplazaron
Malditas pastillas que te destrozaron
Malditos médicos descorazonados
Bendita tu fuerza por estar en pie
Bendito tu ejemplo de continuar
Benditas tus lágrimas
Bendito tu ánimo de avanzar
Maldita mi forma de demostrar
Bendita tu forma de aceptar
Maldita infancia por no dejarme continuar
Bendita enfermedad por juntarnos más
jueves, 1 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)