lunes, 18 de febrero de 2008

mamá


Un par de líneas para recordarte, un par de líneas para expresarme.
Aunque no sé como empezar ese “par” de líneas, es todo tan duro. Todavía siento que es un sueño en el cual no quiero despertar, la realidad mata. Mirar tu habitación y ver que no estas ahí y que nunca más vas a estar, duele.
Sentarme en el sillón, en TU sillón donde descansabas después de haber cocinado, limpiado, acomodado, planchado. O donde simplemente te sentabas a tomar unos mates charlando con papá. O donde jugabas con tus nietos haciéndolos reír. Y cuando ya no podías hacer nada, te sentabas y dirigías todo desde el sillón, jeje. Siempre tan perfecta. Siempre tan cuidadosa.
Como amaste tu esposo. Una esposa maravillosa, siempre con tu comprensión. Dispuesta a todo, ya sea por sacar adelante a la familia.
Pero no solo fuiste una esposa maravillosa, sino una buena madre (aunque recién ahora me doy cuenta…y duele)
Cumpliste con cada uno de tus hijos
A Pablo lo viste crecer y formar su propia familia, cuidaste de sus hijos, tus nietos y puuuf sí que los cuidaste, sí que los malcriaste y sobre todo cuanto que los amaste
A ana también la viste crecer, estudiar, trabajar. Y cumpliste estando en su casamiento. Qué bien que se te veía ese día! Estabas tan feliz! Te la bancaste desde la mañana tempranito hasta la noche, y ni te quejaste de tus dolores. DISFRUTASTE! Y ese creo que fue el milagro que pedíamos.
Y a mi me cumpliste el sueño de conocer el glaciar perito moreno. Me viste ir y volver. Me la pasaba coleccionando fotos de revistas desde chiquita. Y ahora, gracias a vos, tengo mis propias fotos sobre ese hermoso lugar.
Que gran mujer! Siempre dando a los demás ¿alguna vez habrás pensado en vos? Que corazón tan dador!
Siempre con una sonrisa, aunque las noticias eran malas, vos nos contagiabas con tu humor. Qué ánimo!
La peleaste hasta el final, nunca bajaste los brazos. Siempre buscando alternativas. Nunca negaste tu enfermedad. Siempre tan conciente y fuerte. Qué mujer luchadora!
Qué fortaleza!
Nos enseñaste tantas cosas. Qué ejemplo a seguir!
Me arrepiento de no haber cruzado la barrera antes, y de no poder disfrutar lo suficiente. Pero sé que todo tiene su tiempo, y quizás antes no estaba preparada para enfrentar a mis emociones.
Estoy tranquila porque no tengo ningún rencor, porque te perdoné y me di cuenta que te amo. Me hubiese encantado cuando estabas conciente pedirte yo perdón por no demostrar mis sentimientos, pero no pude.
Sólo espero que en este último tiempo me hayas escuchado cuando te agradecí por haberme cumplido el sueño, que la pasé muy bien.
Y cuando también te agradecí por darme la vida y cuando me animé al decirte que te amo. Que me hayas sentido cuando te abracé, acaricié y besé. Sinceramente no sé si lo sentiste y escuchaste, según los doctores el oído esta continuamente activo.
Solo me conformo con el gemido que hiciste cuando al otro día te fui a saludar.

Tu cuerpo no daba más, estaba cansado de sufrir. Y dejaste de luchar, pero sé que lo hiciste una vez que nos viste maduros para poder enfrentar este dolor que se siente. Lo hiciste una vez cumplido con cada uno de nosotros.
Tu cuerpo y tu mente ya no podían responder más. Te fuiste…pero fue en paz. No sufriste, ni hubo dolores. No me voy a olvidar de tu último suspiro.
Dejaste de luchar un 15 de febrero del 2008 a las 11:50 del medio día. Pero no perdiste la batalla. Porque ahora estoy muy segura que estas en plena paz
No tengo idea como van a seguir mis días, pero prometo cuidar de papá. Y siento mucha responsabilidad al saber que quedo la mujer de la casa y en un cierto modo llevarla adelante. Pero es por eso que tengo tu ejemplo.

Gracias por cuidarme, protegerme y enseñarme durante estos 20 años que viví con vos
Nunca pero nunca te voy a olvidar
Nunca pero nunca te voy a dejar de amar

Rocío.